Situación
El castillo de El Toro selevanta a 1040 metros de altitud sobre un pequeño cerro desde el que domina la localidad del mismo nombre, en la comarca de L'Alt Palància de la provincia de Castellón. El Toro se encuentra a 6 kilómetros de Barracas, donde discurre la autovía A-23 (antes N-234) que une Sagunto con Teruel.
Historia
Después del asentamiento ibero (250 a.C) en la Peña de las Majadas, se sabe que Proculo, Obispo de Segorbe en el año 589, evangelizó las nuevas gentes procedentes de las incursiones bárbaras. El 28 de noviembre de 1260 Jaime I otorgó privilegios a todos los habitantes de El Toro y a sus alquerías (caseríos) dentro del término, dando varios derechos y franquicias. Fueron testigos su lugarteniente don Ximén Pérez de Arenós y varios nobles.
La villa continuó en poder del Señorío de Jérica hasta extinguirse su línea sucesoria, volviendo entonces a la corona. El rey Martín El Humano le confirmó los privilegios otorgando la jurisdicción absoluta el 20 de febrero de 1403. Francisco Zarzuela, tesorero de Aragón, adquirió la villa y la retuvo para sus descendientes. Los sucesores la vendieron en 1537 al duque de Calabria, Fernando de Aragón, que testamentó en 1550 a favor de los monjes jerónimos del monasterio de San Miguel de los Reyes que la rigieron hasta la desamortización del siglo XIX (1837) pasando a ser una villa libre.
Los conflictos entre el rey Pedro IV de Aragón y don Pedro de Jérica (biznieto de Jaime I el Conquistador), obligaron a éste último a otorgar en 1336 una provisión en la que se ordenaba la fortificación del señorío, levantandose muros y atalayas que mejoraron la dotación del castillo de El Toro, y alcanzando cierta importancia al repeler los ataques de las tropas de Pedro IV en octubre del mismo año y en la guerra del rey de Aragón y Pedro de Castilla años después, entre 1356 y 1365.
El recinto alberga las ruinas de la primitiva iglesia de Santa María que acogía a la población cristiana de la villa, datable documentalmente de mediados del siglo XIII por una bula que Alejandro IV dirigió a Jaime I en 1258, aunque su arquitectura indica que es románica (siglo XII).
Descripción
Se trata de una fortaleza de tipo montano de planta irregular con una iglesia en el interior del recinto, y cuya función era esencialmente la de defender la villa, por estar en la antigua línea fronteriza del señorío cristiano. La población, amparada por la fortaleza, fue descendiendo escalonadamente hacia el llano por la ladera más abrigada (a sotavento), donde actualmente se asienta la villa (como ocurrió en otros casos como el de Morella).
El castillo disponía de un extenso recinto amurallado de gran envergadura y noble obra. Si bien los primeros amurallamientos pudieran haberse construido para hacer frente a las invasiones bárbaras y a los pillajes, sus murallas erigidas a base de piedra menuda se ampliaron y mejoraron a lo largo de la época medieval.
En el interior de la fortaleza cabe destacar su torre cuadrada que posiblemente fuera la Mayor o del Homenaje, desde donde ondeaba el estandarte y se alertaba de los posibles ataques enemigos, rodeada de otras dependencias como la residencia del alcaide. Actualmente en la torre se distinguen dos esquinas reforzadas de sillería, que alcanzan un par de cuerpos de altura.
La iglesia o ermita tiene una única nave rectangular de limitadas dimensiones y carece de capilla mayor, siendo un ejemplo de las construcciones primarias que Elías Tormo llamó románico terciario. Sus caracteristicas se aproximan sin duda a los denominados de reconquista, como San Pedro de Segorbe (muy transformado), la primitiva iglesia de Altura o Santa Águeda la Vieja de Jérica.
Hoy se mantiene su estructura de 4 muros con sus correspondientes contrafuertes de su original construcción, permaneciendo un portal lateral como entrada secundaria. En el interior se observa la falta de techo e indicios de altares, presentando rebajes de varias hornacinas o cavidades donde se colocaban las imágenes.
La entrada principal mira y dista del torreón unos cien metros, y se aprecia en su fachada el hueco de una ventana superior que guardaría cierta similitud con la de Vall de Cristo (Altura). En sus inmediaciones existió un cementerio, y se puede observar los restos de pequeños muros de otras edificaciones, además de una nevera (foso practicado en el terreno para la conservación del hielo o la nieve).
Estado de conservación
Se encuentra en estado de ruina progresiva, pero a pesar de su lamentable estado de conservación, sigue siendo una de las más bellas ruinas entre las fortalezas de la Comunidad Valenciana. Existen restos pertenecientes a la fortaleza diseminados por toda la localidad.
Protección
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Alrededores
Otros lugares de interés en El Toro son la iglesia rómanica de Santa María o ermita de San Miguel (en el castillo), el puente medieval (de posible origen romano), la ermita de San Roque (construida en el siglo XIV y ampliada en el año 1603), el Ayuntamiento (1570), la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Angeles (construida en el primer tercio del siglo XVII), la fuente del Járiz (de 1799, con un relieve del escudo de El Toro y un amplio abrevadero que utilizaban las caballerías), las neveras Honda, Alta y El Cerrito (construidas entre los siglos XVIII y XIX para conservar y comerciar con nieve y hielo), los refugios, trincheras y aeródromo guerra civil (1936-1939), las edificaciones antiguas del casco urbano, y los parajes naturales de la Sierra del Toro y el nacimiento del río Palància.
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