viernes, 24 de junio de 2011

El Pozo Junco


El Pozo Junco. Ficha de la Web de la Generalitat Valenciana.


Declarado por Acuerdo del Consell de la Generalitat de fecha 5 de noviembre de 2004, el Paraje Natural Municipal El Pozo Junco, con una superficie de 7,05 ha, se localiza en el término municipal de El Toro en la provincia de Castellón.


El Paraje Natural Municipal “El Pozo Junco”, muy próximo del límite con la provincia de Teruel, está situado en un altiplano de la sierra de Javalambre, a 1.558 metros de altitud sobre el nivel del mar, flanqueado por los barrancos del “Pozo Junco” y “El Toro”. El paisaje «rastrero» del Paraje, motivado por un clima de inviernos fríos y fuertes vientos, permite contemplar en el horizonte las sierras de Javalambre y El Toro.


El espacio protegido posee una vegetación típica de las zonas de montaña más elevadas del centro y este de la Península ibérica en la que destaca el sabinar rastrero, formación predominante en el Paraje incluido dentro de los bosques mediterráneos endémicos de Juniperus spp. y representando un ecosistema de alto interés en la Comunidad Valenciana. Los denominados “bosques horizontales”, además de sabina rastrera (Juniperus sabina), están formados por ejemplares aislados de sabina albar (Juniperus thurifera), pino laricio (Pinus nigra) y enebros (Juniperus communis) junto a matorral pulvinular en el que están representados un buen número de endemismos vegetales.


La fauna, es la característica de zonas de media-alta montaña con especies de aves como el roquero rojo (Monticola saxatilis) o, en la época invernal, el escribano cerillo (Embreriza citrinella) y el acentor común (Prunella modularis) como las más interesantes. En época de paso es habitual observar numerosas especies de zorzal. Topos (Talpa sp), topillos campesinos (Microtus arvalis), lirones caretos (Elyomis quercinus) y otros micromamíferos representan la base trófica para carnívoros como la comadreja (Mustela nivalis) y la gineta (Genetta genetta). En menor medida reptiles como el lagarto ocelado (Lacerta lepida), la lagartija colilarga (Psammodromus algirus) o la lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus) también entran en la dieta de los depredadores presentes en el Paraje.


En cuanto al valor cultural citar el “Pozo Junco”, pozo-abrevadero utilizado para dar de beber al ganado que da nombre al Paraje Natural Municipal y a la partida en que se encuentra. Todo este entorno es muy apreciado por senderistas y cicloturistas que inician desde este punto numerosas rutas que recorren la sierras de Javalambre y El Toro así como el valle del Palancia.



sábado, 18 de junio de 2011

Ficha BIC's Castillo de El Toro


Código:
12.07.115-004
Municipio: EL TORO
Comarca: EL ALTO PALANCIA
Provincia: CASTELLÓN
Denominación: Castillo
Otra denom.:
Localización: Cerro elevado que domina la población
Época:
Uso primitivo: Defensivo
Uso actual:
Estilo: Arquitectura Medieval
Tipología: Edificios militares - Castillos

DATOS JURÍDICOS



Estado: Declaración genérica
Categoría: Monumento
Anotación Mº: R-I-51-0011423
F. Anotación: 28/7/2005
Tipo delimitación: Declaración de Entorno
Fecha Resolución: 7/2/2006
Fecha Publicación: 22/3/2006

DESCRIPCIÓN:



Una de las primeras referencias sobre la villa data del año 589 después de Jesucristo, momento en que Próculo, Obispo de Segorbe, nombrado en el Concilio III de Toledo, decidió llevar la fe a toda la diócesis evangelizando a las nuevas gentes procedentes de las incursiones bárbaras. En Jérica se recibieron a los nuevos pobladores cristianos asentados en El Toro, Montán, Pina y Villanueva. Posteriormente El Toro sufrió la dominación musulmana. En el año 1232, los caballeros turolenses mandados por Pedro Fernández de Azagra, señor de Albarracín, y por Blasco de Alagón, saquearon varias poblaciones musulmanas, entre ellas El Toro y Barracas. En 1238 el Rey Jaime I ayudado de caballeros aragoneses, navarros y catalanes conquistó todos los pueblos comprendidos entre los ríos Palancia y Mijares. El 6 de febrero de 1273 fue elegido obispo de Segorbe D. Pedro Jiménez de Segura. Dicho obispo fue a visitar al Papa Gregorio X que abrió el Concilio General de Lyon el 7 de mayo de 1274. Le solicitó que adscribiera territorio propio a su obispado ya que se encontraba absorbido por los territorios de Valencia, Tortosa, Zaragoza y Cuenca. El Papa apoyó su reivindicación. Viéndose Don Pedro Jiménez de Segura tan apoyado y temiendo la lentitud con que había de seguirse el pleito, armó a 400 hombres en Teruel y Alpuente y vino a Segorbe, expulsando a los cuatro sacerdotes que la administraban nombrados por el obispo de Valencia. De paso se apoderó de Pina de Montalgrao, El Toro y Jérica, cuyos señores le eran favorables. El dos de junio de 1284 D. Jaime de Jérica, hijo natural del Rey Don Jaime y de Doña Teresa Gil de Vidaura, hizo testamento, disponiendo como suyos los términos de Jérica, El Toro, Pina y otros quince lugares de la comarca. Tras su muerte, su hijo Jaime II de Jérica gobernó sus estados durante 37 años. Siendo Obispo de Segorbe Fr. Sancho d´Ull viajó a Avignon para pleitear a favor de la restitución a Segorbe de varias iglesias que le había arrebatado el obispo de Valencia. El Papa oídas ambas partes sentenció que 10 iglesias de las comarcas entre ellas la de El Toro, pasaran a la jurisdicción del obispo de Segorbe. Este problema no debió resolverse del todo favorablemente a Segorbe, puesto que en 1455 otro Papa, Inocencio VI, vuelve a poner bajo su jurisdicción a otras iglesias entre ellas El Toro. Jaime II de Jérica, legó en testamento a su hijo Jaime III en 1321 los lugares pertenecientes a El Toro, confirmándose así su adscripción definitiva a la jurisdicción de Jérica. Los conflictos generados entre el rey Pedro IV de Aragón y Don Pedro de Jérica (biznieto de Jaime I el Conquistador), obligaron a éste último a otorgar una provisión en 1336. En ella se ordenó la fortificación levantando muros y atalayas que mejoraron la dotación del castillo de El Toro, alcanzando cierta importancia al repeler los ataques de las tropas de Pedro IV en octubre del mismo año y en la guerra del rey de Aragón y Pedro de Castilla años después, entre 1356 y 1365. En 1366 los vecinos de El Toro y Pina se presentaron en Jérica a prestar fidelidad a Juan Alfonso de Jérica. Se encuentra situado sobre el cerro que domina el altiplano a 1040 m de altitud, en posición esencialmente defensiva. La población se ubicó descendiendo hacia el llano por la ladera de sotavento, donde actualmente se asienta la villa. Se encuentra en posición fronteriza respecto al señorío cristiano al que perteneció El Toro. El castillo responde al tipo montano de planta irregular con iglesia dentro de su recinto. En el interior de la fortaleza cabe destacar su torre cuadrada que posiblemente fuera la Mayor o del Homenaje, y según Forcada Martí de origen romano, distinguiéndose en ella dos esquinas reforzadas de sillería, que alcanzan un par de cuerpos de altura. El recinto alberga la primitiva iglesia fortificada de Santa María que acogía a la población cristiana de la villa, existente ya desde mediados del siglo XIII conociéndose una bula que Alejandro IV dirigió a Jaime I en 1258 donde se menciona. Fue adscrita a la diócesis de Segorbe el 19 de mayo de 1347, por una sentencia papal en la que se conminó al obispo valentino a su restitución conjuntamente con las iglesias de Jérica, Andilla, Chelva, Pina, etc. al Obispo de Segorbe, permaneciendo durante los cien años pendiente de los pleitos por su posesión. El templo de una sola nave rectangular, con limitadas dimensiones, carece de capilla mayor, siendo un ejemplo del llamado por Elías Tormo "románico terciario". Por sus características se encuentra entre las iglesias de "reconquista", como San Pedro de Segorbe, la primitiva iglesia de Altura o Santa Águeda la Vieja de Jérica. En el siglo XIV y primer tercio del XV fue adquiriendo ornamentos y riquezas, sustituyendo la vieja techumbre de madera por bóvedas de crucería. Al coincidir con una de las épocas de mayor brillantez de la villa, la antigua iglesia se embelleció con un buen número de pinturas según se describió "como no las tenían ni la catedral de Segorbe ni la Cartuja de Vall de Cristo", siendo vicaría hasta por lo menos el año 1534. Más tarde se consagró como ermita de San Miguel, sufriendo destrozos y expoliaciones en las guerras carlistas del siglo XIX y en la civil de 1936. Hoy se mantiene su estructura de 4 muros con sus correspondientes contrafuertes de su original construcción, permaneciendo un portal lateral como entrada secundaria. En las inmediaciones de la iglesia existió un cementerio, y se pueden observar los restos de pequeños muros de otras edificaciones, además de una nevera. Existen restos pertenecientes a la fortaleza disipados por toda la localidad. Se conservan dos lápidas funerarias de piedra con inscripciones y una pila bautismal de piedra. Se encuentran en la iglesia parroquial actual, salvo una de las lápidas que se encuentra todavía en la iglesia del castillo. (C.Pérez-Olagüe, extraído principalmente del texto de Sánchez Lainez)








Fotos:

lunes, 13 de junio de 2011

Ficha BIC's Ayuntamiento de El Toro




Código: 12.07.115-003
Municipio: EL TORO
Comarca: EL ALTO PALANCIA
Provincia: CASTELLÓN
Denominación: Ayuntamiento
Otra denom.: Localización: Plaza de la Iglesia, 11
Época: S.XVI (1576)
Uso primitivo: Administrativo
Uso actual: Administrativo

Estilo:

Tipología: Edificios dotacionales - Edificios administrativos públicos - Casas consistoriales

DATOS JURÍDICOS

Estado: Declaración singular
Categoría: Monumento
Anotación Mº: R-I-51-0011390
F. Disposición: 16/6/2006
Pub. DOCV: 21/6/2006
Pub. BOE: 22/9/2006
Tipo delimitación: Declaración con Entorno
Fecha Resolución: 16/6/2006
Fecha Publicación: 21/6/2006

DESCRIPCIÓN:

El Ayuntamiento de El Toro es un edificio que responde a una tipología del máximo interés dentro de las construcciones civiles que surgieron a finales de la Edad Media y principios del Renacimiento. Se trata de un edificio que aúna la representación y funciones de los nuevos poderes civiles, la casa de la Villa o Ayuntamiento, junto a un espacio, la lonja, destinado a albergar una actividad en auge: el comercio. Está construido en sillería y mampostería con un único volumen de gran rotundidad y de tres plantas. En la planta baja recayente a la plaza se ubica la lonja, junto con un pósito de grandes dimensiones y una cárcel. En las dos plantas superiores se encuentran el salón de sesiones, junto con el resto de dependencias municipales. La fachada principal, de influencia clasicista, es de gran belleza y sobriedad donde destacan los tres arcos escarzanos dovelados apoyados sobre columnas de fuste troncocónico. Las ventanas son adinteladas, estando compuestas ordenada y simétricamente. Otros Ayuntamientos con la misma tipología y que se encuentran declarados Bienes de Interés Cultural, con categoría de Monumento, en la Comunidad Valenciana son los de Forcall y Alcoi. El edificio fue construido en 1576, según reza en piedra tallada en su fachada. Responde a una necesidad social aparecida en la surgente civilización del renacimiento motivada por los nuevos procesos económicos y culturales de las ciudades. El progreso de la sociedad civil, con la aparición del comercio y los poderes políticos que lo protegían, necesitaba de nuevos espacios donde representar sus funciones. Por una parte, los mercaderes buscaban el lugar más concurrido de la población: la plaza, donde poder ser vistos con facilidad. De esta circunstancia nace la llamada “lonja”. Salvador Lara define la lonja por tres de sus características: -Es un edificio o parte de él, con tendencia a la autonomía compositiva, generalmente abierto y alzado, construido con el resultado de una estructura diáfana, modulada y eminentemente destinado al uso comercial. -Los ejemplos se encuentran repartidos por las ciudades de la zona e influencia del Mediterráneo italo-franco-español, aunque pueden trascender este límite y, proliferaron entre los siglos XIII al XVII, alcanzando mayor esplendor en el XV. A la lonja se le adhieren con gran frecuencia los espacios necesarios para las funciones de los poderes civiles de la población, dando lugar a esta tipología de edificios de doble uso, lonja y casa de la villa. En El Toro la lonja se encuentra encastrada y alineada con la calle, mediante el vaciado de la planta baja del edificio destinado a Ayuntamiento. En la segunda crujía de esta planta se encontraba una escalera central que la comunica con plantas superiores, hoy desaparecida, y los espacios destinados a cárcel y a pósito o banco de labradores. La entrada a la planta primera o noble del ayuntamiento, cubierta por un porche con grandes bancos de piedra a los lados, se realiza desde la plaza donde se encuentra el templo. Desde ésta se accede al salón de sesiones, en el que destacan dos grandes columnas de sillería, donde apoyan dos grandes vigas de madera, y el resto de dependencias municipales. Junto al porche, colindante con el muro trasero del Ayuntamiento y recayente a la plaza de la iglesia se encuentra un edificio, hoy destinado a casa del médico. Desde éste mediante una escalera de reciente construcción se accede a la tercera planta o cambra del Ayuntamiento. La lonja se desarrolla en un pórtico de tres arcos rebajados, es rectangular de dimensiones interiores aproximadas de 13,50 m x 5,50 m. Los arcos, dovelados, de 3,50 m de luz y 1,50 m de flecha, se apoyan sobre columnas de talante dórico, con basa, fuste y capitel de piedra. La altura total de la planta baja es de 4,00m. Constructivamente el edificio está formado por pórticos planos a base de muros de carga de mampostería enfoscada de dimensiones variables entre 50 y 60 cm. El resto de los cerramientos exteriores se realiza con la misma técnica. Los forjados son planos con viguetas de madera y revoltón. El pósito, al igual que la sala se cubren con pilares octogonales de piedra que soportan jácenas de madera para apoyar el forjado. La cárcel se cubre con bóvedas vaídas. Los arcos exteriores están formados por dovelas de piedra caliza. La planta baja presenta la cantería bien trabajada, mientras los muros de las altas se convierten en mampostería, remarcando los huecos con sillares. Los pavimentos están formados por grandes losas de piedra irregulares. Su fachada principal presenta una composición simétrica, formada por el pórtico de sillería de tres vanos a base de columnas en planta baja y separada de las plantas superiores por un grueso baquetón Tiene tres grandes ventanales desde donde se pregonaban las ordenanzas o despachos de los señores que gobernaban la población. Sobre la fachada se encuentra un blasón de la villa y los restos de otro. El pósito o banco de labradores estuvo en funciones hasta las primeras décadas del siglo XX. La sala de actos o juntas mantiene el uso primigenio y el espacio destinado a calabozos, se utilizó hasta la guerra civil de 1936. En sus sótanos cabe destacar un pasadizo que comunica la casa consistorial con la iglesia de la Virgen de los Ángeles. En los años 90 del siglo XX, se comenzó la búsqueda de un escondrijo del que se conocía su existencia, en el edificio consistorial. Se localizó por encima de los lavabos. Aparecieron veinticinco legajos de los siglos XV al XIX, además de gran cantidad de registros sobre el pósito y un arca de tres llaves. Partes integrantes: La Lonja, el Ayuntamiento, el porche de acceso, el escudo heráldico de la población y la inscripción del año 1576 en piedra sillar. (C.Pérez-Olagüe, basado principalmente en el libro "Lonjas de la Comunidad Valenciana" de Salvador Lara.)

sábado, 11 de junio de 2011

CASTILLO DE EL TORO. Notas buscando por la Web.


Situación

El castillo de El Toro selevanta a 1040 metros de altitud sobre un pequeño cerro desde el que domina la localidad del mismo nombre, en la comarca de L'Alt Palància de la provincia de Castellón. El Toro se encuentra a 6 kilómetros de Barracas, donde discurre la autovía A-23 (antes N-234) que une Sagunto con Teruel.

Historia

Después del asentamiento ibero (250 a.C) en la Peña de las Majadas, se sabe que Proculo, Obispo de Segorbe en el año 589, evangelizó las nuevas gentes procedentes de las incursiones bárbaras. El 28 de noviembre de 1260 Jaime I otorgó privilegios a todos los habitantes de El Toro y a sus alquerías (caseríos) dentro del término, dando varios derechos y franquicias. Fueron testigos su lugarteniente don Ximén Pérez de Arenós y varios nobles.


La villa continuó en poder del Señorío de Jérica hasta extinguirse su línea sucesoria, volviendo entonces a la corona. El rey Martín El Humano le confirmó los privilegios otorgando la jurisdicción absoluta el 20 de febrero de 1403. Francisco Zarzuela, tesorero de Aragón, adquirió la villa y la retuvo para sus descendientes. Los sucesores la vendieron en 1537 al duque de Calabria, Fernando de Aragón, que testamentó en 1550 a favor de los monjes jerónimos del monasterio de San Miguel de los Reyes que la rigieron hasta la desamortización del siglo XIX (1837) pasando a ser una villa libre.


Los conflictos entre el rey Pedro IV de Aragón y don Pedro de Jérica (biznieto de Jaime I el Conquistador), obligaron a éste último a otorgar en 1336 una provisión en la que se ordenaba la fortificación del señorío, levantandose muros y atalayas que mejoraron la dotación del castillo de El Toro, y alcanzando cierta importancia al repeler los ataques de las tropas de Pedro IV en octubre del mismo año y en la guerra del rey de Aragón y Pedro de Castilla años después, entre 1356 y 1365.


El recinto alberga las ruinas de la primitiva iglesia de Santa María que acogía a la población cristiana de la villa, datable documentalmente de mediados del siglo XIII por una bula que Alejandro IV dirigió a Jaime I en 1258, aunque su arquitectura indica que es románica (siglo XII).

Descripción

Se trata de una fortaleza de tipo montano de planta irregular con una iglesia en el interior del recinto, y cuya función era esencialmente la de defender la villa, por estar en la antigua línea fronteriza del señorío cristiano. La población, amparada por la fortaleza, fue descendiendo escalonadamente hacia el llano por la ladera más abrigada (a sotavento), donde actualmente se asienta la villa (como ocurrió en otros casos como el de Morella).


El castillo disponía de un extenso recinto amurallado de gran envergadura y noble obra. Si bien los primeros amurallamientos pudieran haberse construido para hacer frente a las invasiones bárbaras y a los pillajes, sus murallas erigidas a base de piedra menuda se ampliaron y mejoraron a lo largo de la época medieval.


En el interior de la fortaleza cabe destacar su torre cuadrada que posiblemente fuera la Mayor o del Homenaje, desde donde ondeaba el estandarte y se alertaba de los posibles ataques enemigos, rodeada de otras dependencias como la residencia del alcaide. Actualmente en la torre se distinguen dos esquinas reforzadas de sillería, que alcanzan un par de cuerpos de altura.


La iglesia o ermita tiene una única nave rectangular de limitadas dimensiones y carece de capilla mayor, siendo un ejemplo de las construcciones primarias que Elías Tormo llamó románico terciario. Sus caracteristicas se aproximan sin duda a los denominados de reconquista, como San Pedro de Segorbe (muy transformado), la primitiva iglesia de Altura o Santa Águeda la Vieja de Jérica.


Hoy se mantiene su estructura de 4 muros con sus correspondientes contrafuertes de su original construcción, permaneciendo un portal lateral como entrada secundaria. En el interior se observa la falta de techo e indicios de altares, presentando rebajes de varias hornacinas o cavidades donde se colocaban las imágenes.


La entrada principal mira y dista del torreón unos cien metros, y se aprecia en su fachada el hueco de una ventana superior que guardaría cierta similitud con la de Vall de Cristo (Altura). En sus inmediaciones existió un cementerio, y se puede observar los restos de pequeños muros de otras edificaciones, además de una nevera (foso practicado en el terreno para la conservación del hielo o la nieve).

Estado de conservación

Se encuentra en estado de ruina progresiva, pero a pesar de su lamentable estado de conservación, sigue siendo una de las más bellas ruinas entre las fortalezas de la Comunidad Valenciana. Existen restos pertenecientes a la fortaleza diseminados por toda la localidad.

Protección

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.


Alrededores

Otros lugares de interés en El Toro son la iglesia rómanica de Santa María o ermita de San Miguel (en el castillo), el puente medieval (de posible origen romano), la ermita de San Roque (construida en el siglo XIV y ampliada en el año 1603), el Ayuntamiento (1570), la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Angeles (construida en el primer tercio del siglo XVII), la fuente del Járiz (de 1799, con un relieve del escudo de El Toro y un amplio abrevadero que utilizaban las caballerías), las neveras Honda, Alta y El Cerrito (construidas entre los siglos XVIII y XIX para conservar y comerciar con nieve y hielo), los refugios, trincheras y aeródromo guerra civil (1936-1939), las edificaciones antiguas del casco urbano, y los parajes naturales de la Sierra del Toro y el nacimiento del río Palància.



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