martes, 19 de julio de 2011

La Ermita de Santo Domingo. Un estudio arqueológico.

Situada en el paraje llamado Santo Domingo, en un nacimiento de agua regular, en la llanura agrícola principal de la zona, esta ermita pasa desapercibida por su casi total estado de ruina. Buscando bibliografía sobre ella, tiene un pasado interesantísimo, desde su probado origen romano y su recinto amurallado, hasta el hecho de que parecía ser un núcleo de población pequeño, separado y distinto de El Toro. Muy probablemente relacionada con el puente del Molinete, también de casi seguro origen romano. Reproducimos el estudio encontrado, y lo enlazamos al final de esta entrada. (Nota de Andreu Aguar Orduña)


Estado actual. Verano de 2011 (Foto Picassa ElToro1009)


QUAD. PREH. ARQ. CAST. 20, 1999

La ermita bajomedieval de Santo Domingo (El Toro, El Alto Palancia) Planimetria y estudio arqueológico

Resumen

Presentamos los trabajos de delimitación y planimetria realizados en la ermita medieval de santo Domingo de El Toro, y su relación con el yacimiento romano sobre el que fué edificada.

El ayuntamiento de El Toro, sito en la comarca del Alto Palancia, provincia de Castellón, nos solicitó un estudio para delimitar espacialmente el yacimiento arqueológico y ermita de Santo Domingo con el objetivo de programar futuras intervenciones sobre patrimonio inmueble en el municipio. De esta manera, fue necesario realizar la delimitación del entorno y una planimetría del edificio, una vez que su estado de ruina no permitía conocer la situación de sus cimientos ni la constitución del mismo, así como la relación con el yacimiento romano sobre el que se levanta.


ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS

Tenemos noticias de un reconocimiento superficial de la franja de la ermita de Santo Domingo por don Vicente Palomar Macián y las excavaciones arqueológicas realizadas en los años sesenta en el poblado ibérico de La Peña de las Majadas. Sarrión Montaña realizó en 1967 una serie de búsquedas recogiendo materiales en todo el poblado de Las Majadas. El asentamiento, situado a 108 metros de altitud (sic), está circundado por los barrancos de Taconar y de Agualobos, cercano al nacimiento del Rio Palancia. En el lugar se aprecian fragmentos cerámicos, tanto de la edad de bronce (cuyo núcleo principal estuvo en el extremo oriental de la peña), como de la época Ibérica, fragmentos de cerámica campaniense, entre otras. Entre los principales hallazgos podemos destacar una moneda celtibérica que lleva en su anverso el perfil derecho de una cabeza varonil entre delfines y en su reverso el costado derecho de un jinete con lanza sobre el texto MEDUAINUM. Se fabricó en la época que Beltrán Martinez localizó en el Rio Mediano (Logroño).

Estado actual. Verano de 2011 (Foto Picassa ElToro1009)
En 1997 plantemos la realización de una excavación en extensión en la ermita de San Miguel (Primitiva iglesia de Santa María). Después de limpiar la superficie a excavar procedimos a retirar un estrato de tierra de tonalidad grisácea donde documentamos escasos fragmentos cerámicos, balas de la guerra civil y alguna moneda fechada en época contemporánea. Sellado por el anterior, apareció otro estrato compuesto por los restos del derrumbe del techo de la ermita que cubrían unos escasos materiales constructivos (enlucido de pared con restos de color rojo y negro, ladrillos del suelo, mortero, etcétera) y cerámicos. Todos pertenecen a una cronología situada entre el final del siglo XVI y fines del XVIII. Una vez retirados los estratos superiores, nos encontramos con que aproximadamente un metro de alzado de la antigua ermita aún se encontraba conservado, habiéndose salvado del expolio del siglo anterior. Aparecieron entre otros el basamento de columnas y pilares, restos de una escalera y del púlpito, una cripta, unos altares y el suelo de la ermita (bajo el cual aparecieron abundantes inhumaciones). Por último, realizamos un pequeño sondeo de un metro cuadrado para comprobar la existencia de estratos inferiores, bien como la composición y el estado del suelo de la ermita. En él documentamos restos humanos muy fragmentados, pertenecientes al menos a cuatro inhumaciones, una de ellas entera de un niño de 6 a 7 años. Bajo el suelo documentamos un estrato con la impronta de una hoguera de cronología ante quem cercana al siglo XIV. Por debajo de este estrato apareció la roca madre.






LA ERMITA DE SANTO DOMINGO

La ermita se levanta en una pequeña loma amesetada, de 0,25 kilómetros cuadrados aproximadamente de superficie y una elevación aproximada de 10 metros. Ésta se encuentra a unos 2 kilómetros de distancia del casco urbano de El Toro.

Estado actual. Verano de 2011 (Foto Picassa ElToro1009)
La construcción, que presenta un estado de ruina notable, tiene una orientación noreste- suroeste. Se trata de un edificio de una sola nave, planta rectangular con muros rectilíneos de mampostería enlucidos con mortero de tonalidad rosácea. Se eleva sobre la esquina de un montículo delimitado por un ancho muro en el cual se aprecian una serie de escalones orientados hacia la fachada, que permitirían alcanzar la misma. La cubierta, que no se conserva, sería probablemente a doble vertiente y de tejas. 

En el exterior presenta cuatro contrafuertes por su cara oeste y la entrada principal orientada hacia el suroeste. Existe una segunda entrada, de menor entidad, en el lado este de la cabecera y probablemente una tercera entrada en este mismo lado, pero la cantidad de derrumbe y maleza no permite confirmar esta hipótesis. Las esquinas del edificio aparecen reforzadas con sillares perfectamente escuadrados. 

En su interior documentamos los restos de tres arcos de ladrillo macizo que compartimentan la nave principal, junto a dos nichos en la cara norte y oeste. 

Anterior a ésta, podemos observar otra fase constructiva. Se trata de una estructura de piedras y sillares trabados con mortero de cal de gran calidad y consistencia, que sólo se aprecia en algunos contrafuertes y esquinas de la ermita, y que pertenecería a una construcción anterior ya arrasada, de mayor tamaño que la actual, pues en algunos sectores son visibles la continuación de las cimentaciones de los muros.

Estado actual. Verano de 2011 (Foto Picassa ElToro1009)
Estado actual. Verano de 2011 (Foto Picassa ElToro1009)
Las características constructivas de la ermita de Santo Domingo nos permiten trazar algún paralelo con la cercana ermita de San Miguel, podemos establecer una cronología bajomedieval para la misma, con una serie de reformas hasta su posterior abandono mediado el siglo XIX, posiblemente con las desamortizaciones. Por otra parte, podemos mantener la hipótesis de que los restos arrasados sobre los que se levantó la ermita tengan a priori una cronología ante quem altomedieval. 

EL YACIMIENTO 

El yacimiento romano ocupa buena parte de la pequeña loma donde se edifica la ermita. Lamentablemente la intensa roturación del sector norte de la misma impide apreciar sus límites exactos en este sector; por otro lado, en el hinterland más cercano a la ermita podemos observar que el espacio ha sido más respetado por las remociones de tierra. 

En el sector sur observamos algunas alineaciones de piedras que corresponden a cimentaciones de muros y a la posible muralla o límite del yacimiento, que al no encontrarse excavada sólo podemos reflejar su trazado y no su espesor. La existencia de unos escalones de piedra orientados hacia la entrada principal de la ermita y a su vez realizados sobre el muro que limita la cima, nos puede confirmar la existencia de una reforma sobre la antigua muralla. Como ya citamos con anterioridad, el cierre norte y la extensión total de los lados este y oeste no se pueden apreciar sin una excavación arqueológica. Junto a estos, existen una serie de muros confundidos con otros bancales, que no podemos encuadrar dentro del margen cronológico del yacimiento, por lo que los reflejamos como de dudosa adscripción.

CONCLUSIONES 

Con los resultados de este trabajo podemos aventurar una serie de hipótesis que, a falta de una excavación en extensión, pueden aportar interesantes datos sobre el yacimiento. 

En primer lugar, la ermita se levanta sobre un yacimiento romano cuya cronología se situaría entre los siglos I al IV dC, en función de los restos cerámicos superficiales. Éste ocuparía prácticamente toda la loma y estaría delimitado por una muralla de aparejo irregular. El acceso al mismo se realizaría desde la antigua vía romana de Barracas por un camino que hoy se encuentra perfectamente fosilizado y que va de Santo Domingo hasta la actual Nacional-234 (y no desde El Toro hasta la ermita, como sería de esperar), paralelo a la actual carretera de Barracas a El Toro. Así, es posible que nos encontremos ante el hallazgo de una vía de comunicación secundaria. 

Sobre el yacimiento se levantó, en una fecha incierta próxima al siglo XV una ermita que muy posiblemente aprovecha restos de muros de caementicium como cimentación, pared exterior y contrafuerte, y parte de la posible muralla como peldaños de acceso. Finalmente, con el abandono mediado el siglo XIX, en la ermita se da un proceso de derrumbe y ruina. 

En resumen, queremos destacar que a pesar del mal estado general del yacimiento, en el sector suroeste del mismo podemos encontrarnos, a falta de excavación arqueológica, ante un buen tramo de muralla, restos de muros de un alzado significativo y pavimento que permitirían un estudio y restauración del mismo, incluida la ermita, en lo que puede ser uno de los yacimientos romanos con mejores expectativas de la comarca. 

MATERIALES CERÁMICOS




- Borde de terra sigillata hispánica, forma Mezquiriz 16 (Fig. 3, 1). 
- Borde de terra sigillata lucente (Fig. 3, 2). - Borde de terra sigillata clara C, forma Hayes 4/35 (Fig. 3, 3). 
- Borde de terra sigillata clara C, forma Lamboglia 18/31 (Fig. 3, 4). 
- Borde de terra sigillata clara A, forma Hayes 69 o similar (Fig. 3, 5). 
- Borde de terra sigillata hispánica decorada de forma Draggendorf 29/37 o similar (Fig. 3, 6). 
- Base de terra sigillata clara C (Fig. 3, 7). - Base de terra sigillata hispánica (Fig. 3, 8). 
- Base de terra sigillata clara A, forma Hayes 32 o similar (Fig. 3, 9). 
- Base plana anillada de posible terra sigillata clara D (Fig. 3, 10). 
- Base de terra sigillata clara C (Fig. 3, 11). 
- Borde de terra sigillata clara C, posible forma Lamboglia 44 (Fig. 3, 12). 
- Borde de posible cerámica ibérica (Fig. 3, 13). 
- Borde de cerámica común oxidante (Fig. 3, 14). 
- Borde de posible terra sigillata lucente, forma Lamboglia 8 (Fig. 3, 15). 

BIBLIOGRAFÍA 

BENEDITO, J., MELCHOR, J. M. (1998): La iglesia de Santa María de El Toro (Alto Palancia, Castellón)”. Quaderns de Prehistòria i Arqueologia de Castelló, 19. SIAP. Diputación Provincial. Castelló de la Plana. COLECCIÓN DE LIBROS DEL CLERO DE L’ARXIU DEL REGNE DE VALÈNCIA. València. LLORENS, P. (1976): Colección diplomática de Jaime I el Conquistador en el archivo metropolitano de Valencia. Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, LII. Castellón de la Plana. SARRIÓN, I. (1978): El poblado Ibérico de la Peña de la Majadas (El Toro, Castellón de la Plana). Archivo de Prehistoria Levantina, XV. Valencia. TUDÓN, R.(s/a): Historia de El Toro. Manuscrito inédito. 

Fotos:

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